NOELIA GARCIA BANDERA
“Commedia dell'arte”
RESUMEN
El proyecto fotográfico que expongo a continuación titulado Commedia dell’arte versa sobre la teatralidad que la sociedad actual nos ofrece a través de la máscara veneciana. Será la moretta, máscara estrictamente femenina, la que lleve el hilo conductor de un diálogo en el que las apariencias priman sobre la palabra y la Commedia dell’arte ofrece un doble juego de ocultación y exhibición.
INTRODUCCIÓN
“La ocultación tiende a la transformación, a facilitar el traspaso de lo que se es a lo que se quiere ser; éste es su carácter mágico, tan presente en la máscara teatral griega como en la máscara religiosa africana u oceánica. La máscara equivale a la crisálida”. Así es como Cirlot describe la máscara, permeable a lo asombroso, dotadora de mutaciones identitarias, pero no como yo la concibo a través de la mirada y del cuerpo femenino, tan expuesto y tan juzgado a lo largo de la historia.
La palabra "máscara" tiene origen en el masque francés o maschera en italiano o másquera del español. Los posibles antepasados en latín (no clásico) son mascus, masca ("fantasma"), y el maskharah árabe ("bufón", "hombre enmascarado"). Por ello, tradicionalmente la máscara se vincula a términos como el disfraz, el camuflaje, la apariencia engañosa, el ocultamiento… un ocultamiento que nos puede conducir a la desaparición del rasgo físico o de la identidad, aunque es muy frecuente encontrar una identificación en las máscaras, sobre todo, cuando su origen geográfico nos transporta a una región supeditada a uno de los carnavales más famosos del mundo: Venecia.
Venecia creó un tipo de máscara en el siglo XVI en el que el género era identificable, sobre todo con el modelo llamado moretta, una mascara oval negra utilizada exclusivamente por las mujeres patricias. Algo que nos dice mucho sobre la moretta era que no tenía bandas o cintas, sino que permanecía fija en el rostro mediante un botón que se colocaba entre los dientes de quien la usaba. El habla estaba efectivamente impedida. El elemento visual y gestual era el único medio de comunicación. La razón por la que se “hacía callar” a la mujer era especialmente sensorial: los excesos presuntamente lujuriosos que portaban las damas en sus vestimentas en el carnaval debían ser atajados despojándolas del acto de hablar. De esta manera, la mujer sólo llamaría la atención por su físico, no por su palabra.
Por su parte, la Commedia dell'arte es la comedia hecha por actores masculinos profesionales, y se contrapone a la commedia erudita cuyo texto se escribía íntegramente. De ahí que se considere como teatro de improvisación. En realidad cada actor, provistos de máscaras, tenían un repertorio de frases y bromas a partir de las cuales construían su papel. En mi proyecto, la mujer va a adquirir el rol del hombre en esta Comedia llamada sociedad.
OBJETIVOS
El uso de la máscara en la actualidad es continuo e indudable, aunque su presencia física no sea necesaria. En la sociedad presente la “mascarada” crea un doble juego de ocultación y exhibición en el que el mundo se convierte en un escenario. Pero esta sociedad debe tener en cuenta que no actúa como mera espectadora, sino también como actuante, por lo que se llega a convertir en un teatro, en una comedia ora improvisada, ora cultivada, siguiendo el guión de la Commedia dell’arte. Por lo tanto, todos somos parte de una interpretación dramática y burlesca en la que el camuflaje identitario se bifurca para ofrecer diversas versiones de nuestro propio yo.
Asimismo, y adentrándonos más en la problemática del proyecto, la mujer ha aceptado, en ciertas ocasiones, llevar la moretta. Esta máscara, que le permite actuar pero no hablar, la ha convertido al mismo tiempo en víctima y verdugo. Por una parte, la imposición de la moretta por parte del hombre ha hecho que el siglo XX fuera definitorio para expresarse gracias a su lenguaje, su creatividad y su cuerpo. Por otra parte, podemos recordar las palabras de las feministas en los años sesenta y setenta: “Una mujer es solo lo que la sociedad la deja ser”. Pero además, hoy día, la mujer nos auto-esclavizamos a favor de la apariencia física sometiéndonos a unas pautas corpóreas idealizadas. La imposición de la llamada “belleza” del siglo XXI nos deja tan “mudas” como las morettas a las damas venecianas del siglo XVI.
Los personajes actuantes, en la que la mujer será portadora de la moretta y protagonista de mi obra, nos mostrarán una serie de situaciones y conductas que compondrán su vida. De esta manera, las féminas exhibirán unos modelos que bien jugarán con la cotidianeidad, aunque con claros tintes teatrales, siguiendo un guión antepuesto por la sociedad. Y siguiendo tal guión, la moretta se convertirá en amazona a través de la figura del caballo; se adentrará en la naturaleza con la que ha estado vinculada durante toda su existencia; sus cuerpos se unirán con movimientos pasionales que la danza les ofrecerá. También la ciudad se convertirá en escenario de la Commedia dell’arte y la acogerá y expulsará según caprichos del guión. La moretta se enfrentará con el propio origen de la vida, es decir, se enfrentará con su capacidad reproductiva, con su cuerpo. La moretta se exhibirá, mientras que el espectador la contemplarán. Cada uno seguirá el signo que la vida le ha ofrecido o impuesto, como un día a día que promete un sin fin de situaciones habituales o asombrosas.